El vino forma parte de nuestro acervo cultural, y en estas tierras de Cebreros, donde se asienta el complejo enoturístico, ha dejado un profundo calado. Pero, además, en el ánimo de los ideólogos del proyecto está el querer enriquecer al visitante no sólo con arte enológico, sino con obras de distintas disciplinas que conviertan su estancia en una auténtica experiencia vital de la que salir profundamente beneficiado.
Por eso, todas las áreas visitables están repletas de piezas de gran valor y, muy en especial, nuestro museo, un espacio específicamente destinado a albergar la cultura en forma de cuadros, grabados, relieves y esculturas. Aunque tienen cabida artistas de todas las procedencias, nacionales e internacionales, se hace especial hincapié en el trabajo de los creadores locales. Así, ese paisaje abulense plagado de minifundios se refleja en un cuadro de Fernando Sánchez López, obra que se expone junto a otras de Francisco Farreras o de Benjamín Palencia, por citar algunos. Junto a cada una de ellas, un panel explicativo ofrece información sobre su autor, origen y características.